¿Cómo hacer un feedback? 6 pasos para obtener los mejores resultados



Seguro haz estado en las dos caras de la moneda de un feedback, pero ¿qué resultados obtuviste?, ¿qué hubieses cambiado o hecho diferente para que la retroalimentación funcionara mejor?

¿Que es feedback?, definiciones muchas y no dudo que en el lugar para el que trabajas ya has tomado algún curso, taller, programa o e-learning respecto al tema. Ahora bien, ya que eres un master del feedback, mejor hablemos si es útil o no el uso de esta herramienta en la gestión para tu liderazgo. 

Recuerda tu primer o el más reciente feedback que recibiste por parte de uno de tus superiores o bien por parte de uno de tus reportes. ¿Cómo te sentiste? ¿qué hubieses cambiado o hecho diferente para que ese feedback te hubiese impactado de una mejor manera? ¿te sirvió de algo haberlo recibido? O mejor aún, recuerdas como fue el primer feedback que le diste a uno de tus reportes ¿escogiste el momento adecuado para hacerlo? ¿cómo reaccionó? ¿percibiste algún cambio en su comportamiento? 

Evidentemente has estado en varias ocasiones en las dos caras de la moneda y de todas estas ocasiones ahora tienes la conciencia del impacto que nos produce cuando alguien opina sobre nosotros, que cualquier juicio que no percibimos como un elogio, lo vivimos como una ofensa o agravio. Bajo esta conciencia también puedes dar certeza y veracidad de lo útil y del impacto que puede generar esta herramienta en los miembros de nuestro equipo. 

Pero, qué no es y qué es el feedback 

No es una crítica. Las críticas están centradas en uno mismo. Es decir, cuando damos una crítica ocasionamos en la otra persona una conducta de defensa y automáticamente se levanta una muralla donde chocan estas críticas que no son de nuestro agrado. 

Lo que sí es, es un regalo que le otorgamos a la otra persona a través de información sobre cambios hacía su conducta y que le permitirá tener un desarrollo y mayor productividad en el ámbito laboral. Tú como líder de una organización eres el responsable de mantener un ambiente de confianza en donde se alimentan y se desarrollan las relaciones internacionales, que le permita a los integrantes de tu equipo poder recibir y otorgar este regalo. Pero no sólo se trata del desarrollo de tus reportes sino también de tu propio desarrollo. Te comparto este dato, de acuerdo a los resultados de la Encuesta de Ambiente Laboral Trust Index® 2017, cuando se le preguntó a los colaboradores de diferentes organizaciones:


¿Los jefes dicen cómo la gente puede mejorar su trabajo y lograr su desarrollo? 

Sólo el 79% de los colaboradores de empresas de 500 a 5,000 colaboradores y el 78% de los colaboradores de las empresas de más 5,000 colaboradores respondieron que sí. Esto significa una gran área de oportunidad para los líderes de estas organizaciones ¿no lo crees? 

Como bien pudiste deducir, el feedback te aporta beneficios, les aporta a tus colaboradores y a tú organización. Por ejemplo, se incentiva un ambiente de confianza y respeto mutuo, se crea mayor motivación de los empleados por lo que hacen, se mejora la comunicación del equipo, mejorando así los indicadores del negocio. 

Sí, el feedback es una herramienta útil que, si la sabemos utilizar, se vuelve un regalo que trae beneficios para ti, tus colaboradores y tú organización. Entonces ¿Por qué no la utilizamos? De acuerdo a mi experiencia es porque, en primer lugar, no hemos sabido identificar todas y cada una de las oportunidades en las que podemos dar un feedback. Así que debes volverte un observador de estas oportunidades y créeme que hay muchas. Y, en segundo lugar, porque no hemos hecho de esta herramienta una práctica constante un hábito en nuestro estilo de liderazgo. Así que, ¡a incorporar esta práctica en nuestro ADN! 

Para incorporar esta práctica en nuestro ADN te recomiendo sigas estos pasos al momento de dar un feedback: 

Genera confianza 

Si quieres que tu retroalimentación tenga impacto, debes trabajar todos los días en generar un ambiente de confianza con los integrantes de tu equipo. Si tus reportes no han visto tu interés en que se desarrollen como profesionales, todas tus retroalimentaciones caerán en saco roto. Recuerda que las acciones dicen más que las palabras. 


Que sea auténtico, mas no automático. 

Retroalimenta sólo cuando en verdad quieras hacerlo, ya que si comienzas a hacerlo de forma automática le restas importancia y credibilidad. ¿Podrás encontrar el balance?

Habla en las buenas y en las malas 

Recuerda reconocer y hacer sentir a otro valorado y apreciado por su trabajo, pero no temas hablar también lo negativo. Para evitar que tu reporte se sienta atacado, no esperes a juntar todas tus quejas y darlas en un mismo momento. 

Hazlo al instante 

Sé tan oportuno como puedas. Cuando te encuentres de cara a un comportamiento ejemplar o que mejorar, inmediatamente hazlo. Mientras más tiempo transcurra, el impacto de retroalimentar va siendo mucho menor. Nunca consideres que inmediatamente es demasiado pronto. 

Habla en privado 

Tu reporte estará más dispuesto a escucharte y discutir su comportamiento y las posibles soluciones. Si hay más personas presentes, puede sentirse señalado o atacado y cerrarse al mensaje que quieres dar. También puedes provocar que se sienta inseguro. 

Se preciso y breve 

Manifiéstale de manera muy específica el porqué de tu retroalimentación. Este paso es básico ya que le ayudará a identificar y reforzar el comportamiento que deseas de él y siempre ve al punto, si tratas de suavizar tus comentarios, enterrándolos entre una plática larga y confusa, tu mensaje no se entenderá claramente. 

Por último, recuerda que la retroalimentación es constante, de nada sirve regar el huerto cuando ya está seco.


Por: Alberto Rodríguez / Chief Operating Officer Learning Innovation
Vía: Alto Nivel




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